Pluma creativa

El pasado, por César Bringas

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Julie Morstad

A Julio César Mondragón Fontes

 

¿Desde dónde se arrancan las hojas de los libros?- dice.

Dice- que eso serían imágenes de un pasado

horrible horrible, dice, que debería ser eso y nada más

 

no la imagen de un niño, que eso era, que eso seguirá

siendo por siempre ahora, no la imagen de un niño

en mitad del camino. No la imagen de un niño.

Dice. ¿Dónde mis ojos están? ¿Están?

 

Porque las ejecuciones están hechas para ser vistas.

Pues la técnica está preparada como mensaje

el mismo que debe ser enviado sin remitente

sólo un destinatario: el terror: la vida: el nido

¿Ausente? La muerte no. Ni su técnica.

 

No ocultaron tu cuerpo.

No ocultaron tu cuerpo.

 

Porque Sara tenía razón,

nadie quiere jugar a ser

Antígona.

 

Porque nos criaron desde niños, desde niños

para ver al Estado como padre.

Porque nos criaron desde niños, desde niños

a tener temor del padre, y cómo todo

padre no esperaba que creciéramos.

 

Destrozado. Herido. Mancillado.

Desollado vivo.

No son adjetivos

son cicatrices.

¿Quién lo torturó? ¿Quién lo mató?

No son preguntas, son cicatrices.

 

¿Quieren pagar con monedas,

cuales judas, las heridas?

a la memoria no se le paga

se le rinde tributo.

 

¿Dónde están mis ojos? Diría. Dice.

Con monedas no. No se paga así.

Yo lo intento con palabras.

 

César Bringas

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